La formación en Legal Compliance Officer capacita al alumno para identificar las áreas más susceptibles de una empresa y para, a partir de ahí, poder desarrollar modelos de organización y gestión preventiva, a fin de eximirla de responsabilidades en el caso de la hipotética comisión de un delito por parte de algún integrante de la misma.

Es por ello que el controller jurídico precisa contar con una formación jurídica sólida, y con un amplio compromiso ético. Pero, además, deberá estar capacitado para llevar a cabo la supervisión y control de las diversas áreas de la empresa, algo para lo que habrá de saber aproximarse a ellas y conocerlas.

El Legal Compliance Officer necesita tener conocimientos en gestión, ya que se encargará de determinar qué recursos precisa y cómo habrá de invertirlos a fin de garantizar la prevención de la comisión de delitos. Y, además, establecerá un sistema disciplinario a partir del que podrá sancionar adecuadamente el incumplimiento de aquellas medidas que aparezcan reflejadas en su modelo de organización o de gestión, esto es, en su compliance guide. De ahí la necesidad de que se valga de una formación exhaustiva y rigurosa, que le permita adaptar sus conocimientos a las necesidades concretas y reales de cada empresa.

Su labor no se limitará a idear e implementar el modelo de cumplimiento normativo, sino que habrá de ser continua. El controller jurídico deberá realizar una verificación periódica de la guía y actualizarla cuando sea preciso, ya sea para adecuarla a los cambios en la organización, en la estructura de control o en la actividad que esta desarrolle, ya sea para evitar infracciones.